¿Has oído hablar de las personas altamente sensibles (PAS)? ¿Sabes que hay personas que experimentan una sensibilidad diferente? ¿Conoces alguna persona con mayor intuición, percepción o con una conexión más profunda con los demás? Si crees que tú puedes serlo o conoces a alguien que podría encajar en la descripción o simplemente quieres tener información estás en el lugar correcto y, ¡continúa leyendo!
Una Persona Altamente Sensible (PAS) es aquella que experimenta una mayor sensibilidad y reactividad ante estímulos emocionales, sensoriales y sociales en comparación con la mayoría de la gente
Las personas con alta sensibilidad (PAS) son personas capaces de captar con mayor facilidad e intensidad los distintos matices y sutilezas que, comúnmente pasan inadvertidos. Asimismo, se considera que son personas que aportan una buena dosis de visión y humanidad a sus relaciones.
“Normalmente son conscientes, creativos y minuciosos, pero en una cultura agresiva, los valores de la cual son la dureza, la extraversión y la represión de las emociones más delicadas, pueden sentirse como ciudadanos de segunda clase. A veces se involucran tanto y captan con tanta intensidad el sentido de lo que sucede a su alrededor, que necesitan desconectar de su entorno en mayor medida que el resto de personas”
Elaine Aron, psicóloga clínica
Dentro de las cualidades y dones que cada persona puede tener a nivel individual, están el saber escuchar, saber tomar decisiones, saber tomar la iniciativa, saber ser creativo, saber tener un gran aguante interno, saber ser fiel por encima de todo o saber sentirse de manera excepcional, entre otros. Y es que cada persona tiene su propio don, aunque no sepamos verlos o apreciarlos en muchas ocasiones.
Pues bien, además, podemos encontrar personas a las que les afecta lo que sucede en el mundo de una forma más profunda que al resto de la gente. Y, como consecuencia de ello, su percepción interna les hace reaccionar de manera más exagerada, lo que dificulta su adaptación hasta el punto de hacerles tener dudas sobre si su hipersensibilidad es un don o una maldición. Estas, estas son las denominadas personas altamente sensibles (PAS).
Las personas altamente sensibles (PAS) suelen estar dotadas de gran intuición y de gran empatía. Suelen buscar gustosas la soledad al mismo tiempo que demostrar una gran conexión emocional con los demás.
Esto puede resultar contradictorio, pero las PAS aprecian la soledad y mantienen una visión de la realidad mucho más acertada que el resto del mundo, van a su propio ritmo, pues interiorizan aspectos que a otras personas se les pasan fácilmente por alto.
Es habitual que esto les haga sentir culpables en algunas ocasiones, pues sentir tan intensa e íntimamente puede ser peligroso en nuestra sociedad. Y es que, el adjetivo «sensible» suele utilizarse en nuestra sociedad con una connotación negativa. Por eso, estas personas recurren a una transformación artificial que les hace sentirse abrumados y dejan de ser ellas.
Suele ser habitual que estas personas se sientan cohibidas por la necesidad de fingir ser menos sensibles de lo que en realidad son. Y como consecuencia, responder de manera artificial en un personaje construido para defenderse y sobrevivir en esta sociedad, en lugar de relajarse y abrazar sus estados emocionales y físicos.
Pudiera parecer que no son personas auténticas ni realistas, quejicosas y malhumoradas, que les «falta un tornillo» en ocasiones, y nada más lejos de la realidad. Son personas quizás, más únicas y auténticas, que sienten con mayor intensidad, pero que se crean unos escudos emocionales, para salvaguardar su salud mental. Y desafortunadamente, esto no siempre es bienvenido ni bien recibido por el resto de las personas que les rodean.
El miedo, la desinformación y el desconcierto que esto supone para una persona altamente sensible, suele llevarla años darse cuenta de que el poder emocional, la energía y la sensibilidad que uno tiene desentonan con el resto del mundo.
Pero, ¿Cuáles son los PILARES BÁSICOS DE UNA PAS?
Estos no son fáciles de adivinar, pues no se nace sabiendo, ni nadie nos los ha explicado, sino que esos rasgos diferenciadores se van descubriendo a lo largo de nuestra vida. Entre ellos podemos encontrar:
- Capacidad empática muy desarrollada: alguien con esta cualidad suele tener una gran capacidad para percibir los sentimientos, necesidades e inseguridades de los demás. Suelen ser personas muy cariñosas y cercanas hacia los demás.
- Capacidad alta de reflexión: cuando se es altamente sensible, una de las características más distintivas es la apreciación por reflexionar. Esto se debe a que estas personas necesitan tomarse un tiempo para procesar toda la información que reciben constantemente.
- Capacidad de pensamiento profundo: en la alta sensibilidad, una de las características más comunes es también tener una vida interior muy activa. Esto implica pensar y analizar a profundidad cada una de las experiencias y situaciones de la vida cotidiana. Trabajan muy bien en equipo y sacan adelante gran parte de las metas y objetivos que se plantean. Estas personas tienden a poner toda la carne en el asador cuando se involucran en un proyecto. Y tarde o temprano ese proyecto es una realidad.
- Alta intuición: debido a su gran sensibilidad hacia lo que les rodea, estas personas son capaces de leer entre líneas lo que está sucediendo, a pesar de que no haya lógica que lo sustente. Por ejemplo, pueden presentir fácilmente el estado de ánimo existente en el ambiente en una reunión o qué tipo de conversación tenía lugar justo antes de llegar al sitio concreto y anticiparle un estado de defensa, huida o alerta.
- Alta capacidad de sutileza: son verdaderamente perspicaces, lo que contribuye a que se percaten de la trascendencia de los acontecimientos con facilidad. En ocasiones son capaces de detectar si alguien esconde algo o no están diciendo la verdad. Por lo general, quienes tienen una personalidad altamente sensible (PAS) tienden a percatarse incluso de los detalles más insignificantes. Esto puede llevar al exceso de perfeccionismo, es decir, la constante búsqueda de la perfección en todo. Además, suelen demostrar la capacidad de recordar una cantidad significativa de información y múltiples detalles, que otra persona no podría.
- Son Felices, aunque estén solas: y son, ellas mismas las que desean apartarse y quedarse a solas, pues de alguna manera les hace conectar con sus emociones y su Yo más interno. Son personas más introvertidas que el resto. No se conforman con sentir que simplemente existen, sino que anhelan descubrir el sentido de su existencia y para ello, en ocasiones, sienten la soledad como ese lugar donde refugiarse. Ello no significa que quieran vivir solas, sino todo lo contrario. Sienten la necesidad de compartir todas sus sensibilidades y vulnerabilidades con alguien que las entienda, las acepte y las respete. Estas personas necesitan tiempo a solas para relajarse, lejos de las multitudes ruidosas.
- Alta disposición hacia los demás: casi siempre están dispuestas a ayudar y a hacer la vida más fácil a los demás. Son muy bondadosas y no esperan nada a cambio, aunque si lo reciben les llena de satisfacción incluso más que al resto.
- Tendencia pacificadora: suelen huir de los conflictos y buscan el lado positivo y bueno de las cosas que siempre es posible. Como dice el dicho: “dos no se pelean si uno no quiere”. Ello no significa que no sientan ni les afecten los conflictos, quizás más que al resto dada su hipersensibilidad, pero prefieren el silencio (su grito más fuerte) o gestionarlo de manera que todo discurra de nuevo por el camino del entendimiento, a buscar un enfrentamiento que produzca efectos negativos insalvables. Su alta intuición, alta capacidad de reflexión y pensamiento profundo, les hace valorar en milésimas de segundo la situación, el alcance del conflicto y valorar los efectos de un posible enfrentamiento dialéctico, lo que muchas veces les hace no entrar en la batalla, y deciden rehusar a ella, porque prefieren preservar y asumir ellos mismos la culpa y la responsabilidad antes que enfrentarse y perder la relación. Este aspecto es muy delicado, pues no siempre es entendido por las otras personas de esta manera, sino más bien, todo lo contrario.
- Facilidad para el llanto y la sonrisa: sus emociones están a flor de piel, listas para salir rápidamente ante cualquier acontecimiento.
En definitiva, ser PAS es, en muchas ocasiones, un regalo envenenado, donde tienes que tener en cuenta en numerosos aspectos de tu vida:
- La forma de aprender a gestionar las emociones intensas.
- La tolerancia a la frustración.
- Escoger el momento oportuno para tomar según qué decisiones.
- Rodearte de las personas correctas y colocarte en una posición de ayudar sin tener que caer en ser el salvador de nadie.
- La flexibilidad de pensamiento.
- Saber ser empático y a veces simplemente tomar distancia por nuestro bien.
Mab